Dios, la esencia de la inteligencia.
Estamos ante un Fragmento de La esencia del cristianismo , capítulo
3, del filósofo L.Feurbach cuya idea fundamental que nos plantea el autor es
que el hombre no es lo que es Dios, ni Dios lo que es hombre. Dios es considerado como ser no humano.
Las ideas que narra Feuerbach en este fragmento , pueden ser divididas en dos grandes párrafos . En el primero, (1-10) el autor expone las diferencias entre el hombre y Dios poniéndolo como un ser perfecto y al hombre como imperfecto. Feuerbach plantea que los desacuerdos existentes en la religión no se deben a una discordia entre Dios y el hombre sino entre el hombre y su propio ser .
En el segundo párrafo, (11-14) el autor alega la definición de Dios como esencia de la inteligencia, esencia infinita y esencia propia del entendimiento. Siendo así , Dios la representación de la perfección. La inteligencia no entiende de sufrimientos del corazón, no siente ni padece y por eso mismo no tiene defectos ni debilidades como ocurre en el corazón. (15-16). Para Feuerbach , hombres de pura inteligencia representan y personifican la esencia de la inteligencia. Estos no tienen sufrimientos ni pasiones, aunque hay hombres que presentan una inteligencia abstracta que intentan parecerse a dioses inmortales. La inteligencia es un ser neutral de naturaleza objetiva que está presente entre nosotros, carece de contradicciones y constituye las reglas de las reglas. Solo un hombre inteligente es capaz de juzgar y obrar en contradicción con sus sentimientos. (17-33)
Las ideas del texto esta relacionadas con el pensamiento de Feuerbach sobre la discrepancia entre el hombre y Dios. Como bien encontramos en su narración, "Dios no es lo que es el hombre, el hombre no es lo que es Dios" para el autor Dios no es más que el espejo en el que el hombre se refleja a sí mismo, Dios es una especia de "espejismo" creada por la imaginación del hombre. En cuento la inteligencia, Feuerbach plantea que para que el hombre sea perfecto, debe tener la fuerza de razonamiento , la fuerza de la voluntad y la fuerza del corazón. La fuerza de razonamiento es la luz de la inteligencia; la fuerza de la voluntad es la energía del carácter y la fuerza del corazón es el amor. Por lo que Feuerbach explica que el hombre debe ser lo suficientemente inteligente para reconocer que no hay más Dios que el mismo hombre.
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